Por Salvador Ramos Bustamante
Indignación, coraje, frustración
,tristeza ,impotencia y muchas otras reacciones están presentes en el pueblo de
México por el fraude electoral que hizo el PRI, siempre lo ha hecho, pero nunca
con tanto descaro y en plena luz del día, ya se veía venir, la campaña
mediática y las encuestas tramposas y toda la jauría de los periodistas,
vendidos. Pero pese a toda esta guerra sucia, el movimiento del cambio verdadero
avanzaba a grandes pasos.
La participación de los mexicanos de todas las clases sociales
en la campaña de AMLO, el lleno de todas las plazas públicas –sin acarreo–, la
definición de grandes personalidades del arte y la cultura, el movimiento del
#Yo soy 132, el simulacro electoral en las universidades, donde AMLO ganaba con
márgenes muy amplios, prendió los focos de alerta de esa derecha reaccionaria,
que detenta el poder económico y político y no quiere perder los grandes e
ilegales beneficios que acumula, sin
importarle la suerte de millones de mexicanos en la pobreza y en la pobreza
extrema, la situación crítica de los medianos y pequeños empresarios, el
deterioro constante de la clase media, la inseguridad en todo el territorio
nacional.
Les espanta el ejemplo de varios
países de América Latina, donde muchos luchadores sociales, algunos ex
guerrilleros que no lograron llegar por la vía armada y que lo consiguieron por
la vía electoral, y están haciendo cambios importantes, en el marco de su realidad
política, económica y social, algunos construyendo el socialismo del siglo XX1,
alejados del sometimiento del imperio y de las políticas neoliberales,
conformando la integración latinoamericana y obviamente afectando a las
oligarquías locales, rompiendo el bipartidismo, que no es más que una
simulación, como se da aquí entre el PRI
y el PAN, representan los mismos intereses, y siempre acaban poniéndose
de acuerdo, como lo hicieron frente al fraude electoral del 2006 y hoy le pagan
al PRI con el mismo respaldo que recibieron, o cuando el fraude de Salinas de
Gortari, también los panistas lo avalaron y hasta quemaron las boletas, para
evitar que la verdad se conocería.
Pero AMLO tiene un proyecto moderado de cambio, que incluso
irrita a grupos de la izquierda, que luchan por el socialismo en México, el
cambio de estrategia, con la república amorosa, irritó a muchos, pero a muchos
más les gustó que tendiera puentes para evitar la polarización y los odios del
2006. Grandes sectores se convencieron de su programa para reactivar la
economía, generar empleos, luchar contra la corrupción, atacar de fondo la
violencia y el narcotráfico, dando oportunidad a los mexicanos de mejorar sus
condiciones de vida, etc.
Pero la burguesía nacional no está
dispuesta a ceder absolutamente nada de sus privilegios y de sus negocios al
amparo del poder público, a perder la impunidad, a que la democratización de
los medios de comunicación les impida seguir manipulando la información,
evitando todo aquello que les incomoda, opiniones independientes de su
influencia o denuncias de sus atropellos, nada, y por eso recurren a todo lo
que sea necesario, no importa lo que cueste, que sale de ahí mismo, de los
recursos del erario, del narcotráfico o de las aportaciones de los grandes
empresarios, al fin y al cabo lo invertido lo recuperan con creces.
Habrá que esperar, que termine el
proceso, seguirán apareciendo, denuncias y pruebas, de todas las practicas
sucias, que manchan la elección y deslegitimizan a Peña Nieto y a los
integrantes del Congreso. Muchos estudiosos declaran que ante las evidencias,
antes, durante y después de la elección,
deberían anularse las elecciones, pero conociendo al IFE, TRIFE y demás
organismos judiciales que pudieran intervenir, se ve imposible de que pudieran
acordar algo semejante.
Pero
bueno, nada está escrito, el movimiento de la sociedad por cambiar las
injustas condiciones de vida va a continuar, y ahora con mayores bríos, con más
conciencia, con nuevas formas de organización y de lucha, nada está quieto,
todo está en movimiento y en permanente mutación, éstas son las leyes del
universo, y más temprano que tarde los cambios se darán, al tiempo.
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