domingo, 15 de julio de 2012

Bola cantada


Concluido el ajetreo electoral y ya en un ambiente más tranquilino y con la mente despejada, sin ese constante ir y venir por los asuntos propios de tan cacareada elección, es el momento de hacer un alto en el camino y reflexionar, ¿realmente esto es lo que queremos los mexicanos?

Patricia Sánchez Carrillo

Hoy, sorprendidos y parecería ser que hasta espantados, se habla de una compra desmedida de votos, de sobornos al por mayor, de excesiva publicidad, etc. Y todo esto se reduce a que se rebasó, y por mucho, el tope de gastos de campaña y a una gran corrupción. Sabíamos que esto estaba pasando y que las instituciones electorales todo el tiempo se hicieron ojo de hormiga. También en su momento sabíamos que esto era bola cantada y que sólo así el partido “GANADOR” podría tener la oportunidad de regresar a Los Pinos… en fin.

En realidad lo anteriormente mencionado es un verdadero problema que ha alcanzado la categoría de “Cultura Nacional”, a qué me refiero con esto, que mientras se sigan aceptando sobornos pequeños o grandes por la venta del voto y mientras esto no cambie seguiremos teniendo el gobierno que merecemos.

Para ampliar lo expuesto haré un breve relato de cómo se las gastan algunos partidos, así mismo espero que esto nos sirva de referencia y nos permita ver cómo el cobijo que “brinda” la sociedad con su voto, sigue fomentando un mal entendido avance democrático.

Fíjese usted, previo a la contienda electoral escuchamos y leímos en las noticias el penoso incidente propiciado por el entonces candidato a diputado del PRD a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal y anteriormente ex delegado de Tláhuac, Rubén Escamilla Salinas, que por el apellido me pregunto si será pariente del innombrable y funesto personaje que todos conocemos; en el mes de junio por las redes sociales circuló un video, donde a Escamilla se le ve recibiendo favores sexuales de una empleada de su delegación a cambio de otorgarle a ésta su base dentro de la plantilla de trabajadores de la demarcación antes señalada.

Se dice que este video lo hizo público Martínez Rojo, ex delegado de Tláhuac, involucrado también en actos de corrupción y tío de la susodicha, éste tema fué conocido por la dirigencia nacional de su partido el PDR, quién señaló que la candidatura de éste era insostenible; a su vez, Escamilla mandó un documento donde manifestaba interrumpir sus actos de campaña para tomar unos días de descanso, sin embargo al concluir las elecciones, los resultados preliminares del IFE del Distrito Federal colocaron a Rubén Escamilla con 52 mil votos, que representan 48.89% del total del listado nominal,  frente a 29 mil votos que obtuvo su más cercano competidor del PRI. Pese al compromiso de la dirigencia nacional del PRD de darlo de baja, su nombre apareció impreso en las boletas y ganó.

Con esta acción quedan de manifiesto dos circunstancias, primero la tomada de pelo y segundo el claro agravio a la población por parte del PRD, sin embargo sabemos que ellos así hacen “política”, por otro lado la necesidad económica y la falta de interés en asuntos políticos de gran parte de la población de esa delegación (y de muchas otras), hizo que votaran por ese partido y esa persona sin tomar en cuenta la conducta delictiva e inmoral de este sujeto, hoy candidato electo a diputado. ¡Tome usted nota!

En los próximos días estarán entregándole su constancia que lo acredita como candidato electo a ese distrito, por supuesto dándole con ello la protección del fuero constitucional y premiándolo por su inmoral proceder. Los hechos hablan por sí solos, fueron realizados en oficinas gubernamentales, en el mobiliario del mismo, en horas de trabajo y sin dejar de mencionar, con una comprobada promesa de mejora laboral a cambio de un favor sexual, conducta que está inscrita en nuestros ordenamientos legales como punible.

Como ustedes saben en todos lados se cuecen habas, en nuestro vecino país del norte casi le cuesta la presidencia al ex presidente Bill Clinton, al tener una relación furtiva con la entonces becaria de la Casa Blanca, Mónica Lewinsky quien destrozó la carrera política de este ex mandatario. ¿Será acaso que en lo mucho se ve lo poco?

Y como este evento, ¿cuántos les gusta que hayan habido?, el candidato del partido que “ganó la Presidencia” se la pasó deslindándose por completo del ex gobernador mexiquense Arturo Montiel, del ex presidente de la República, Carlos Salinas de Gortari, del ex líder priísta Humberto Moreira, y del ex mandatario de Tamaulipas, Tomás Yarrington, o como el caso del “Niño Verde”, candidato a Senador por Quintana Roo, o  traiciones como la del ex presidente a la única candidata.  En fin, este tipo de actuaciones de nuestros políticos denota el estado de desacomodo de la sociedad y de la política.

¿Será que la inclusión y la elección de malos e inmorales candidatos es por una descomposición social? Mi respuesta es que sí, de otra forma no entendería como este pasado primero de julio muchos ciudadanos votaron por EPN a pesar de saber quién es y el equipo que trae consigo o por el mesiánico AMLO que, para variar, aún después de haber prometido y firmado un pacto de reconocer a los ganadores y respetar  los resultados de la contienda electoral, una vez más impugnará y con ello desestabilizará a la sociedad como lo hizo en el 2006, claro ahora bajo el cobijo ya no de la UNAM, sino de la impetuosa juventud del movimiento #Yosoy132, que esperamos que sus líderes y cabecillas no terminen vendiéndose al mejor postor como en muchas ocasiones ha sucedido.

Ahí se los dejo para su reflexión.

Soy su amiga Patricia Sánchez Carrillo.


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