domingo, 15 de julio de 2012

Eco-casas para Ruta de los Cenotes


Eco World Building (EWB) busca generar un impacto mundial atendiendo a gente marginada, a través de la SEDESOL. A nivel nacional promoverá la construcción de 150 mil viviendas verdes en cinco años

Isela Serrano


Con tecnología 100 por ciento mexicana, desarrollada en Monterrey, Nuevo León, la empresa Eco World Building trabaja con la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) y su red de distribución del Consejo Nacional de Subsistencias Populares (Conasupo) para ofrecer soluciones de viviendas verdes a bajo costo.  

 Se trata de un sistema de construcción que aprovecha las propiedades acústicas, térmicas y ecológicas de los materiales de la región para desarrollar casas que van desde un nivel residencial alto, hasta básicas.

Eco World Building utiliza paja, concreto y fibra de vidrio. Entre los beneficios de estas técnicas destacan ahorros promedio de 50 por ciento en consumo de energía eléctrica y gas, 60 en consumo de agua y un manejo eficiente de aguas residuales, entre otros.

Alfredo Salazar, director general de la empresa, cuenta que inició con la visión de desarrollar esta tecnología hace siete años como una solución a problemas sociales apremiantes. “Adquirir un terreno con servicios es caro, cuando se procesan en forma de bloques y tabiques, materiales como arcilla y barro suben su precio. La idea es construir con la mano de obra y los materiales de la región. Llegar a la esencia de lo vernáculo”, refiere.

Ventajas. Estas viviendas se abastecen de aguas tratadas en un sistema depurativo, cuya implementación es económica y sencilla; además genera la oportunidad de destinar agua para riego y como opción se pueden cultivar peces y hortalizas.

Todas las casas requieren de una entrada de agua potable proveniente de una presa o del subsuelo. La diferencia es que en estas eco-casas el líquido no sale a la red de drenaje. El agua no se deshecha, se utiliza mediante un tratamiento de compuertas y un sistema de riego que va a dar a azoteas y muros verdes.

Alfredo Salazar aclara que con esta opción “no hay malos olores, no se requiere químicos y prácticamente no se gasta energía eléctrica”.

“En Monterrey –cuenta–, tratamos una construcción menor que una casa, donde el agua de una empresa de 70 personas, no utiliza ni una gota de químico, sino nuestro proceso integral y natural  Gracias a este ciclo de agua se cultivan sardinas y ranas. ¡Es increíble!”.

Además, la construcción de poliestireno es un sistema alternativo que cuenta con muros de resistencia térmica R24; es decir, muros cargadores que sólo requieren castillos de intersección de muro hechos a base de concreto, fibra de vidrio y poliestireno que puede recibir cualquier tipo de acabado y es de fácil implementación.

Arquitectura moderna. El proyecto “Las Aves Residencial & Golf Resort”, se localiza cerca del Aeropuerto Internacional de Monterrey.

El fraccionamiento de 200 hectáreas posee casas de 540 m2 de terreno y 255 m2 de construcción. El valor de las casas va desde un millón 799 mil pesos.

La arquitectura es contemporánea, dispone de un alto sistema de seguridad y entornos naturales como lagos, aves exóticas, vitalista con riachuelo y un campo de golf profesional de 18 hoyos.
Más allá de los productos residenciales de lujo, Eco World Building tiene planes de expansión en estados como Oaxaca, Puebla, Guerrero, Chiapas y Coahuila para un nivel económico bajo.
Dispone de tecnología para construir casas de 60 metros cuadrados, donde la inversión en materiales es de aproximadamente 60 mil pesos. 

El empresario aclara que su tecnología es un certificado no elitista, ni costoso, tampoco emplea productos importados; sino que es una opción radical de bajo costo en la que se encapsula concreto en las paredes, se utilizan costillas de concreto y fibra de vidrio; ya sea arena, tierra o paja y es capaz de resistir sismos y vientos de 30 toneladas de carga por metro lineal.

“Nosotros eliminamos la necesidad de cimentación, los moldes de las paredes terminan confinados en el techo”, añade.
“Además, los proyectos no requieren de servicios municipalizados. Cuando el proyecto parte de cero, se reduce el costo porque la tierra tiene menos valor sin servicios”, insiste.
Salazar Cavazos comenta que, comparado con una casa del Infonavit de 250 mil ó 300 mil pesos, esta tecnología permite “ofrecer el doble de terreno, doble de construcción y doble de valor por metro construido”.

Eco World Building ha entablado conversaciones con la Secretaría de Ecología de Quintana Roo, dependencia que “ha visto con gran aceptación el proyecto porque cumple con el Programa Ordenamiento Ecológico Local (POEL), así que todo se alinea para tomar en cuenta las recomendaciones”.

“El área a desarrollar se maneja como unidades de remediación de suelo y se mantienen buenas pláticas con ejidatarios”, comenta.

Además, la firma mantiene diálogo con autoridades del municipio de Lázaro Cárdenas para desarrollar un proyecto en La Ruta de los Cenotes, cerca de Leona Vicario, además de que ha realizado una alianza con el Club de Polo “El Rey”.

“La idea es hacer labor con gente marginada y en pobreza, no realizar proyectos lucrativos, sino reconocidos por la labor social”, menciona.

El director general de Eco World Building destaca que en la región comenzarán a desarrollar las primeras casas en el mes de agosto. Se trata de entre 80 y 120 casas de autoconstrucción que tardarán en concretarse en un lapso de tres a cuatro meses.

 “La idea es penetrar, que más gente tenga acceso a la tecnología. Queremos apoyar, que Holbox y zonas como Xcalak y otros lugares vírgenes puedan ir creciendo económica y armónicamente. No se trata de construir paredes, pisos y techos, nosotros debemos estar construyendo comunidades. La mejor manera es que la casa pueda conectarse con uno mismo, de ahí con la familia, la comunidad y el país”, sostuvo. 

– ¿Cómo harán para construir en la Ruta de los Cenotes sin dinamitar estos cuerpos de agua?
– Queremos extraer los materiales de la zona a un lugar predeterminado, que eso se convierta  en una laguna natural. Darle forma desde el principio. Queremos tener lugares donde se puedan tomar fotos a aves, que se convierta en lugar para tomar fotos a árboles como el chicle.

“No dar por hecho que la gente que visita Quintana Roo está acostumbrada al paisaje; sino aprovechar las amenidades y agregar otras para complementar el concepto. Se trata de fluir con la zona y no explotarla, no es negocio”, explica.

El especialista comparte el siguiente mensaje: “Ya no queda mucho tiempo para hacer muchos cambios. Creo que algo que nos ha fallado es pensar que todas las soluciones deben ser tecnológicas, complicadas. Nuestra propuesta es `retro innovar’, un concepto ‘neo vernáculo’. Creemos que con usar conceptos que parecen simples recetas, podemos solucionar graves problemas, como tratar el agua de una construcción”.//

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